Consejos para la gestión educativa del estado de alarma. Crisis COVID-19.

El original de esta entrada (17 de marzo de 2020) circuló en PDF y también como archivo compartido desde mi drive, hoy, antes de seguir escribiendo ideas más recientes en mi blog, quiero guardármelo por aquí.... y si aún no lo has leído, espero que te sirva y ayude.

Ante las condiciones sobrevenidas, dadas por la declaración del estado de alarma durante el pasado fin de semana debido a la crisis sanitaria originada por la pandemia COVID-19, queremos asesorar a nuestros centros para una respuesta coordinada y ordenada a través de las tecnologías de la información y la comunicación.

A continuación, en cada una de las siguientes secciones, trataremos de abordar una problemática diferenciada en la gestión de esta situación.

Coordinación docente

Vemos esencial que el centro tenga, a disposición de los distintos órganos (claustro, equipo directivo, departamentos, equipos educativos) espacios de reuniones online. Tanto síncronas (conversaciones simultáneas: videoconferencias y chats), como asíncronas (listas de correo, foros, documentos compartidos, chats). Seguramente, te interese leer este hilo publicado en Twitter analizando algunas alternativas a nuestro alcance para llevar a cabo videoconferencias.

Por parte de los equipos educativos, guiados por la jefatura de estudios, será necesaria una coordinación para la racionalización de las tareas o deberes que se encarga al alumnado. No debemos olvidar, ahora más que nunca, que podemos ser varias personas enviando numerosas actividades y que la suma puede ser una cantidad desbordante. Expertos en teleformación (como Aníbal de la Torre) recomiendan, en estas condiciones, centrarse en lo importante y simplificar el curriculum.

Primer plano de la página de celebración de mano con bombilla y papelería sobre fondo azul Foto gratis

La evidencia científica (resumida y analizada aquí por Fernando Trujillo) dice que la correlación entre deberes y resultados no siempre es positiva, no debemos plantear actividades repetitivas y extensas, el propósito de la tarea debe estar claro, y deben poder ser resueltas sin ayuda externa, que en este caso se limita a la familia.

Debe existir organización y estructura en los materiales que facilitamos al alumnado, ya sean proporcionados por editoriales, recursos educativos abiertos, u otros canales. Creemos esencial compartir y consensuar, a nivel de departamento (IES) o ciclo (CEIP), con el fin de que todos los docentes y su alumnado, en los mismos cursos, tengan acceso a los mismos recursos. Este es un momento especial para compartir y ayudarnos, y tender la mano a los compañeros/as que tienen mayores problemas de acceso a la tecnología.

Para empezar, las enseñanzas de Secundaria, Bachillerato y algunas ramas de FP, cuentan con los materiales del IEDA, entre los que encontramos también tutoriales y manuales de ayuda interesantes. Para Primaria podríamos resaltar el repositorio REA del Plan Ceibal (Uruguay).

Personas que utilizan el concepto isométrico horizontal de la biblioteca en línea en azul 3d vector gratuito

En la Red, estamos asistiendo también a un aluvión de iniciativas, de docentes individuales y de empresas, que ofrecen sus soluciones para ayudar en estos difíciles momentos. Si estimamos que alguna de estas ideas puede servirnos, cada centro, en su autonomía, valorará qué soluciones adoptar, pero también se velará por usar un conjunto de herramientas reducido y común a todos los docentes. No parece lógico que el alumnado y sus familias tengan que aprender a manejar multitud de herramientas distintas.

Enseñanza y aprendizaje en línea

La tecnología nos brinda muchísimas posibilidades para la teledocencia o el aprendizaje en línea, pero, como ocurre presencialmente, lo importante no son las herramientas, sino la metodología y el diseño de nuestra clase. Antes de decidir qué herramienta vamos a usar debemos diseñar qué vamos hacer y qué queremos conseguir. Para esto no podemos perder de vista la heterogeneidad de ambientes en los que se puede encontrar nuestro alumnado. Y por tanto, esta “evaluación inicial” de medios disponibles, debe ser nuestro punto de partida. Hay que conocer:

  • Los recursos informáticos del alumnado: conexión a internet, PC, portátil, smartphone, webcam…
  • Un espacio donde trabajar: habitación, sala de estudio.
  • Si estos recursos son compartidos o no, y tiempo del que se dispone de los recursos.
  • Las capacidades del alumnado para que no necesite apoyo externo, o este sea mínimo y al alcance de todas las familias.
Edificio abarrotado del centro de la ciudad apartamento abandonado Foto gratis

Una vez conocida la realidad de nuestro grupo/clase en estas nuevas condiciones estamos en disposición de diseñar una estrategia para enseñarles y que aprendan. Analicemos dos diferentes enfoques, su pros y contras.

Enviar materiales (textos, vídeos…) para su visionado o lectura y completar actividades.

  • Nuestro alumnado está acostumbrado, y necesita, la interacción con sus docentes (y con sus compañeros/as). Un vídeo de youtube puede explicar mejor que nosotros un concepto, pero también necesitan que nosotros reforcemos sus ideas, resolvamos sus dudas y sentir que estamos al otro lado. En la medida de lo posible, según nos lo permitan los diferentes escenarios, debemos usar la tecnología para hablar o escribirnos con ellos (y entre ellos, en el ámbito del grupo, diferente a los chats de amigos).
  • Retroalimentación frecuente: no deberíamos plantear más actividades que las que nos dé tiempo a hacer, corregir y aportar feedback durante la misma jornada.

Dar clase a través de videoconferencia

Existen multitud de herramientas que permiten hacer videoconferencias o exposiciones en directo, con interacción directamente en vídeo, por parte de todos los participantes, o con chats auxiliares que permiten mantener comunicación entre conferenciante y audiencia. Esto, a priori, puede parecer la solución ideal, pero cuidado:

  • Si bien sabemos que en clase es difícil comprobar que todo nuestro público atiende y comprende lo que explicamos, en un escenario telemático esto se torna casi imposible.
  • Si damos clases online de una hora, y todos seguimos nuestro horario de clase presencial, tendremos a nuestro alumnado sentado 6 horas frente a una pantalla y monopolizando estos recursos en su casa, que quizás deba compartir con progenitores o hermanos.
  • Los horarios estrictos y sincronía absoluta pueden suponer un problema en muchos hogares, sobre todo en los que dispongan de menos recursos y espacios. 

Proponemos un uso racionalizado de esta alternativa, cuando sea posible, para encuentros más cortos de lo habitual y con una frecuencia racional y adaptada a las posibilidades del grupo.

Herramientas, dispositivos y plataformas

Como ya se ha comentado, debemos diseñar nuestra actividad en función de los recursos disponibles y barajar, a nivel de centro, un conjunto reducido de herramientas informáticas, que permitan una comunicación e interacción frecuente con y entre el alumnado y sus familias, tanto de forma síncrona (llamadas o vídeo, si es posible) como asíncrona (mensajería individual, tablones, foros…).

Ilustración de desarrollo web Vector Premium

Si no tenemos aún ninguna elección común puesta en marcha, debemos explorar primero las soluciones corporativas: Séneca/Pasen y Moodle centralizada, para las cuales, el Servicio de Planes de Formación está preparando un curso online que se pondrá en marcha en los próximos días.

Por otra parte, para el profesorado o centros que estén acostumbrados a trabajar (docentes y alumnado) con blogs de aula, Google Classroom u otras plataformas, creemos conveniente seguir por el camino que ya conocen y utilizan, siempre que satisfagan las necesidades dadas por esta situación sobrevenida.

Recomendamos encarecidamente la lectura de “Algunas ideas para el diseño de las clases online #coronavirus” publicado el 15 de marzo en el blog personal de Ana Echarri, profesora de Informática en el IEDA.

Brechas

Cuando al comienzo de la sección anterior se habla de “evaluación inicial” ya se introduce la idea de contemplar, en nuestra planificación y diseño, los recursos de cada alumno/a. Pero también debemos entender como recursos sus capacidades y competencias con la tecnología y la autorregulación necesaria para el aprendizaje en línea. Se trata de identificar con claridad las brechas que podrían excluir, impedir o dificultar a los discentes (y también a los docentes) la actividad académica en la situación de confinamiento.

Recomendamos, por tanto, realizar estas “fotografías” del claustro, de los departamentos, de los equipos educativos, de las diferentes clases-grupos y de sus familias con el fin de ser realistas y proporcionar maneras de hacer al alcance de todos. 

Manos de adultos y niños con rompecabezas en forma de corazón, conciencia del autismo, concepto de apoyo familiar del espectro autista, día mundial de la concienciación sobre el autismo Foto Premium

El Diseño Universal de Aprendizaje (DUA), nos guía y pauta cómo proponer actividades educativas lo más accesibles posible desde su diseño, teniendo en cuenta las diferentes capacidades de cada persona.

Es momento de colaborar, de tender la mano, de ayudarnos y apoyarnos. Eso vamos a hacer y os instamos a que hagáis entre vosotros: equipos directivos, docentes, familias. Es el momento de aprovechar las redes que nos conectan y sacar provecho de ellas para el procomún. 

Hagamos uso de la actividad académica como ventana de todos a la normalidad, que ya echamos de menos, como un soplo de aire fresco que llegue a los hogares, como una vía de escape al confinamiento y gestión emocional, y no como otra fuente de preocupaciones o ansiedad.

Ilustraciones tomadas de Freepik.es (starline, freepik, macrovector, rawpixel, microstore y sewcream)

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